
Un sublimador o quemador de azufre es un recipiente de forma cilíndrica dentro del cual se vaporiza azufre sólido mediante la adición de calor proveniente de una resistencia eléctrica. El azufre se mantiene sólido hasta los 115°C de temperatura, empezando a vaporizarse a partir de los 145-155°C. Es importante que en el equipo se controle la temperatura de sublimación para evitar la formación de ácido sulfúrico, óxidos o sustancias perjudiciales.
El azufre en estado gaseoso es un potente biocida con propiedades fungicidas, acaricidas e insecticidas, por lo que su empleo es ideal como sistema preventivo para el control de plagas y hongos. El azufre cambia el pH en la superficie de las plantas y lo transforma en un ambiente hostil para el crecimiento de los organismos patógenos:
- Superficie de actuación para el control de insectos y arácnidos: normalmente un quemador por cada 2-3 m2.
- Superficie de actuación para el control de hongos: normalmente un quemador por cada 7-9 m2.